viernes, 11 de abril de 2008

El entrañable mundillo del pixel art

Cuando tenía 6 o 7 años, mis padres me llevaron consigo a una presentación de una colección de novelas que daba Planeta en una caravana (¿?) apostada a la entrada de lo que antes era Pryca (hoy Carrefour). Gracias a estas extrañas circunstancias conseguí la primera (y única) consola de videojuegos que tuve en la infancia, cuando todavía ni comprendía que era eso de un videojuego. Así es, mis padres compraron la dichosa colección de novelas, que incluía como regalo la Sega Megadrive. Unos días después mi padre nos llevó a mi hermano y a mí a comprar el único juego que tendríamos durante mucho tiempo: Sonic The Hedgehog. Aquel erizo azul formado por unos pocos pixels se quedó grabado en mi mente, generándome un sentimiento de nostalgia años después, cuando los videojuegos formados por pixels empezaron a ser reemplazados por las generaciones de consolas dedicadas al 3D. Hoy día, gracias a la telefonía móvil, el pixel art tiene una oportunidad interesante de sobrevivir, siempre y cuando se le dé cuerda. Y he aquí que a mi tableta Wacom no le ha importado acompañarme en la misión de crear algunas obras pixel-artísticas. De momento, ahí va una muestra, pero si os gusta este mundillo, no dejéis de visitar la sección Pixel Art de mi blog ;-)

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